mayo 10, 2016

Eso, el mal de ojo.

Un amigo nos contaba que este fin de semana no pudo dormir con su pequeño hijo. Lloraba de día y de noche. Yo estaba de espaldas cuando dijo que tenía un Mal de ojo. Yo volteé y lo miré con los ojos muy abiertos.

-Si, sé que no crees en eso. Me dijo.

-No, al contrario, si te creo. Le dije.

Mi amigo contaba que él tampoco creía en eso hasta que llevaron a rezar al niño. El bebé se calmó y dejó de llorar, estaba tranquilo y poco a poco volvía a su vida normal.

-Yo escuché que las personas con mal de ojo se les pone la ropa al revés. - Le dije

- Si, se le rezó con la ropa al revés, me respondió.

Esto me hizo recordar el caso de una prima, su bebé lloraba y lloraba, además, presentaba un cuadro diarreico. Los médico en el pediátrico, le suministraron suero y le realizaron sus exámenes de rutina, no encontraron nada.

El pediatra miró a mi prima y le recomendó que lo llevara a rezar con un brujo. Mi prima siguió al pie de la letra la recomendación del galeno. Al bebé se le quitó todo. Yo, en medio de mi escepticismo de entonces le preguntaba si de verdad hizo eso o era puro cuento.

-Si, prima. Antes del rezo el niño tenía los ojos hundidos y ahora mira, sin ojeras y esta bien.

Le colocaron en la muñeca una de esas pulceras de negro y rojo con un azabache y ya.

Al final volví al primer caso que escuché, un brujo tuvo que ir hasta la clínica donde estaba recluido el bebé, hijo de unos amigos de mis papás,  que ya estaba casi desahuciado. Un rezo y listo.

Un Mal de ojo, según la wikipedía es un maleficio que, según la superstición, transmite males con solo mirar de cierta manera.

Yo creo en muchas cosas que no he visto, dice el intro en la versión de Oh, que será, que hace Willie Colón de Chico Buarque. Y así ando con este tema. Algunas veces, cuando salgo de casa me doy cuenta que salí con la ropa al revés, un calcetín o quizá la blusa.  Claro, sin darme cuenta. Siempre recuerdo los mal de ojos, entonces pienso que por algo será y sigo.